El día de tu boda
No importa a cuantas bodas hayas ido, nunca te imaginas todo lo que conlleva hasta que te toca organizar la tuya. “El tiempo vuela”, te lo dirá todo el mundo, y tú estarás tan ocupada organizando todo tipo de detalles durante meses que cuando quieras darte cuenta, ya habrás dado el “si quiero”.
Te voy a contar algunos detalles que siempre recordarás:
- Puede que la noche antes de tu boda no duermas demasiado bien… tu madre y mejores amigas estarán colapsándote el teléfono con mensajes y llamadas para que les cuentes tus preocupaciones la noche antes del gran día. Date un baño relajante, ponte una mascarilla en los ojos, pasa la noche con alguien que te de tranquilidad.
- Los 10 minutos más estresantes de tu vida serán los previos a llegar al altar ¡Claro! Estás a punto de cambiarlo todo, probablemente uno de los pasos más importantes de tu vida. Pero no pasa nada porque tu alma gemela te está esperando impaciente, le has elegido y él te ha elegido a ti, ¿Qué puede salir mal?
- La ceremonia, ya sea religiosa o civil es el momento más emocionante. Ése día en el que tu familia, todos tus amigos, todas las personas importantes para ti están ahí para compartir la fecha que cada año celebrarás.
- ¡Vas a llorar seguro! Así que no escatimes en un buen maquillaje y una máscara de pestañas, waterproof. ¡No hay nada más bonito que una piel luminosa y natural!
- Quizá no todo vaya según lo habías planeado o imaginado cien veces en tu cabeza, pero… ¡Disfruta y déjate llevar! Seguramente nadie haya notado que algo no ha salido como debiera y, además, todos tus invitados estarán pasándolo en grande. Con total seguridad, el momento más mágico será el que no te esperas.
- Tu traje se va a ensuciar ¡Disfruta igualmente! No hay nada que anime más a los invitados que una novia dándolo todo y además, ¡estás celebrando tu boda! Dirán que fue una gran fiesta si la novia es la más disfrutona.
Mi consejo: presta atención a cada momento de ese día; desde el minuto en que te levantas, desayunas, empiezas a arreglarte, el mensaje que te envía tu amiga, las palabras de tu padre, el sí quiero, el ramo, el vals… todo lo que hagas, cada sentimiento que tengas querrás recordarlo siempre. Pero sobre todo, no te olvides de pasarlo bien ¡Es el día de tu boda!
Y por fin… las mejores semanas están a punto de comenzar, ¡te vas de luna de miel!. Se acabó planear, hablar con familiares y amigos para que te confirmen, fuera las preocupaciones. Tienes vacaciones para desconectar y hacer el viaje con el que siempre habías soñado. Cualquier destino exótico supondrá una desconexión real de tu día a día. Planea hacer todo lo que te guste y te haga felíz; una cultura diferente, un paisaje fuera de lo normal, una comida que nunca hayas probado, practica deporte al aire libre, toma el sol, disfruta de un atardecer en la otra punta del mundo. Haz un viaje fuera de lo normal que te haga evadirte de tu rutina; no pienses… ¡siente y desconecta!